Nvidia Corp cambió el rumbo de la estrategia corporativa: les ofrece dinero a sus clientes para que compren sus chips y a cambio asegura su propio crecimiento. La inversión planificada de USD100.000 millones en OpenAI no es una obra de caridad sino una jugada maestra en ingeniería de la demanda. Al financiar centros de datos de IA llenos de millones de GPUs de Nvidia, la empresa se asegura de que sus chips continúen siendo la base del auge de la inteligencia artificial, mientras que Wall Street aplaude la genialidad de la última jugada del CEO, Jensen Huang.
¿El plan? Construir y desplegar centros de datos de IA con “millones” de GPU elaborados por Nvidia y financiados, en parte, por la propia compañía.
Bajo los acuerdos, Nvidia recibirá una participación en OpenAI, si bien no se precisó el tamaño, según señaló Bloomberg. La inversión se realizará por etapas y los primeros USD10.000 millones se recibirán cuando se despliegue el primer gigavatio de potencia informática.
Tras el anuncio, las acciones de Nvidia aceleraron su despegue en la Bolsa, registrando un avance, por momentos superior al 3,8%. Al cierre del mercado, el precio se situó en USD183,62, muy cerca de su máximo histórico (USD184,48) alcanzado hace pocas semanas. Los títulos de Nvidia subieron este año más de un 36%, una expansión que sitúa a la firma como la más valiosa del mundo, con una capitalización de USD4,46 billones, por delante de Microsoft, Apple y Alphabet.
Las compañías señalaron que cerrarán los detalles de su alianza en las próximas semanas.

BAE