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Economía 15.04.24 I

EN LA INDUSTRIA DE FONDOS, EL INTERÉS VIRÓ AL T+1 Y CER

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El primer trimestre del año llegó a su fin y algunas señales de estabilización comenzaron a marcar el comportamiento del mercado (entre ellas, la inflación en baja, el dólar estable, el saneamiento de las cuentas fiscales, etcétera). Un marco que genera expectativas entre los inversores y, con lógica, se refleja en la industria de fondos (tanto a nivel de flujo como de rendimiento).

Así, después de un inicio de año tumultuoso, la industria cerró marzo con un patrimonio cercano a $30,7 billones y en lo que va del mes ya supera los $31,9 billones de activos bajo administración. Un crecimiento cercano al 7% para el tercer mes del año (y aproximadamente del 4% en estos días hábiles de abril). El alza fue similar en dólares (ante un CCL estable), llevando el AUM hasta los actuales los USD30.400 millones. Los T+1 y CER se posicionan como los grandes ganadores. Pero hagamos un doble clic. Si bien los rendimientos jugaron un rol importante, los flujos comenzaron a mostrar desde marzo un interés renovado en la curva de pesos. ¿A qué nos referimos? Fuera del desarme de la cobertura dólar linked que se mantiene (y hasta acelera por momentos), las estrategias de renta fija de corto plazo en pesos (T+1) y CER están ganando terreno.

En números, marzo cerró con un flujo negativo de $84.800 millones, aunque hubo algunos segmentos que reflejaron un cambio de tendencia, puntualmente los de renta fija T+1 y CER, que sumaron cerca de $160.000 millones y $78.900 millones (y que sirvieron para contrarrestar los $368.000 millones que perdieron los dólares linked).

No es diferente, por ahora, la tendencia para abril, ya que las estrategias de renta fija T+1 y CER se destacan con aproximadamente $50.000 millones de flujo positivo cada una de ellas.

Ahora, en cuanto a la liquidez inmediata, marzo cerró con un flujo levemente negativo. Y si bien en lo que va a abril mantienen flujo a favor, no hay dudas de que deberemos esperar para realizar un mejor análisis del impacto tanto de la nueva baja de tasas como de las medidas anunciadas el jueves por el BCRA.

En principio, este segmento recibirá un nuevo golpe en su rendimiento (que aunque será de menor magnitud que el registrado durante marzo), no dejará de confirmar que la tendencia es a la baja. Un recambio en la industria El resultado de este cambio de tendencia también comenzó a marcarse en el market share de las diferentes categorías dentro de la industria. Más allá de que los T+0 aún concentren más de la mitad del patrimonio, la renta fija de corto plazo (T+1) vuelve a escalar hasta el segundo lugar y representa más del 7% del AUM total. Los CER también escalaron y, con un 6% de market share, superaron a los dólar linked, que retrocedieron hasta el 5%.

Una foto muy diferente a la de noviembre (antes del cambio de gobierno), cuando la cobertura contra la devaluación llegó a ponderar casi el 12% del total administrado por la industria. ¿Qué pasó con los rendimientos? Si lo analizamos desde el lado del rendimiento, los MM seguirán siendo solo una opción válida para los pesos transaccionales debido a su liquidez inmediata y al riesgo básicamente nulo (pero con un costo alto, dadas sus tasas reales negativas).

Por ende, esperamos que la rotación continue, buscando opciones de mayor retorno. En este punto, y para los inversores que estén dispuestos a asumir algo más de riesgo, la renta fija T+1 y las estrategias de cobertura contra la inflación comienzan a verse más atractivas.

Sin ir más lejos, los CER se posicionan como los grandes ganadores dentro de la renta fija en pesos, con avances del 7,5% promedio (más del doble del rendimiento promedio de un T+0) en el mes) y acumulan subas del orden del 41,5% en lo que va del año. A la vez, que los T+1 ganaron poco más de 3,5% durante las dos primeras semanas de abril y 28,7% a lo largo del año (unos 3 puntos porcentuales por encima de un MM).

Tampoco descartamos otras alternativas como los fondos de renta fija T+2 y/o incluso de renta mixta. No obstante, hay que tener en cuenta que la volatilidad de estas estrategias es superior a las mencionadas.

BAE